El público de The Walking Dead nunca olvidará ese sonido: el crujido de Glenn al conocer a Lucille. Era la séptima temporada. Maggie vio cómo el padre de su hijo moría en manos de Negan y su bate de béisbol maqueado. En ese momento era impensable imaginar que ambos personajes compartirían un spin-off donde serían una mezcla entre enemigos irreconciliables y aliados inevitables. ¿Y por qué toca recordar a Lucille? En la segunda temporada de The Walking Dead: Dead City, que AMC+ estrena este jueves, este personaje tan inanimado como inolvidable regresa.
“La echaba de menos”, cuenta el actor Jeffrey Dean Morgan, que durante años había intentado asociar su personaje con una nueva arma, ya fuera una barra de hierro o una tubería. No era lo mismo y, ahora que la ha recuperado, no se separa de ella. “Incluso cojo a Lucille entre tomas. No dejo que nadie me la quite de las manos: soy raro con mi bate”, reconoce.
“Incluso cojo a Lucille entre tomas. No dejo que nadie me la quite de las manos: soy raro con mi bate”
En la anterior temporada, Maggie y Negan se adentraron en Manhattan para salvar a Hershel, que había sido capturado por el Croata. El incentivo del spin-off era la presentación de la ciudad como un infierno vertical, donde había que desarrollar nuevas formas para desplazarse entre edificios y donde la densidad de población también afectaba a los caminantes, que hasta caían de los rascacielos. Cuando ella lo traicionó a cambio de la vida de su hijo, Maggie asumió que Negan moriría en manos de su antiguo secuaz. Era todo lo contrario.
La Dama, la verdadera villana interpretada por Lisa Emery, quiere convertir a Negan en el líder que la ayude a mantener su régimen macabro que produce energía a partir de los cuerpos de sus víctimas. Considera que Negan, junto a Lucille, tiene el carisma que le falta al Croata. “Todavía me encanta interpretar el personaje porque todavía me sorprende: siempre vemos nuevas aristas del personaje, algo para lo que el público no está preparado, sea bueno o malo”, afirma Morgan.

Los villanos de la temporada quieren que Negan... retome su cara más malvada para liderar Manhattan.
El regreso del bate también tiene que ver con Scott Gimple, el director creativo de la franquicia de The Walking Dead, que tuvo dos peticiones para Eli Jorné, el guionista al que confió Dead City: “Quería ver más de Nueva York. Tampoco es como si Eli hubiera tenido que dar su brazo a torcer: todos queríamos mostrar la belleza y la fealdad de la ciudad, el contraste, la forma que había tomado ese mundo”. También quería “ver algo del viejo Negan, del Negan más clásico, y ver a Maggie en otra situación”, dice del personaje de Lauren Cohan, también productora ejecutiva de la ficción como Morgan.
Es visible en el arranque: Maggie tiene que enfrentarse a la decisión que tomó después de haber acumulado rencor y odio durante 15 años. ¿Puede sentir remordimientos? ¿Existe la posibilidad de perdonarle o, por lo menos, de pasar página? Esta es la verdadera incógnita de Dead City, esté Lucille presente o no, mientras “Manhattan, la gente, el universo se amplían”, como avanza Morgan.