Google y OpenAI juegan en el Monopoly

Cuando realizamos una búsqueda tenemos un 90% de probabilidades de que la respuesta provenga de Google. Si además somos del 66% que navegamos con Chrome, la probabilidad aumenta casi al 100%. Muchos usuarios confunden los conceptos de navegador, buscador y Web.

La percepción no sólo es que Google es todo, sino que Google ha existido siempre. En términos empresariales: una posición de monopolio.

OpenAI puede entrar en el círculo virtuoso innovación-monopolio-regulación-innovación

Esto es lo que sentenció el juez Mehta en agosto del 2024: Google abusaba de su posición en el sector de la búsqueda online. Su matriz, Alphabet, paga a empresas competidoras como Apple, Samsung y Mozilla (responsables del navegador Firefox) para que su motor de búsqueda por defecto sea Google. En 2022, pagó a Apple 20.000 millones de dólares para que el buscador de los Mac, iPhone e iPad fuera el suyo (se puede cambiar pero, ¿lo ha hecho alguna vez?).

Y Metha no está solo. Un tribunal de Virginia ha estimado que Google es culpable de prácticas monopolísticas en el mercado de la publicidad online. Lo que hay detrás es la compra ilícita desde 2008 de empresas de la competencia, bien sea para adquirir su tecnología, mercado, para cerrarles el paso o todo. Como resultado, Google ha podido subir sus precios y ha perjudicado al mercado publicitario en la web abierta.

Entre las medidas que el Departamento de Justicia podría imponer a Alphabet está la de partir la empresa y obligarla a vender su navegador Chrome, una situación similar a la que se encuentra TikTok. Y esto cambiaría las reglas del juego de la búsqueda, y no sólo para Google.

OpenAI, que compite con Google por el mercado de las búsquedas, sería uno de los interesados en la compra del navegador Chrome. Aparte de que ChatGPT ya permite la búsqueda, cualquier usuario de Chrome puede descargarse la extensión que hace que ChatGPT sea el buscador por defecto en detrimento de Google.

Si OpenAI comprara Chrome, de un día a otro ChatGPT pasaría a ser el buscador por defecto de cerca de 3.500 millones de personas. Esto proporcionaría a OpenAI una cantidad de información y meta-información valiosísima que le serviría sin duda para mejorar aún más sus modelos de lenguaje (LLM), que ya hoy tienen una cuota de mercado del 59,7 (frente a la del 13,5 de los de Google).

Esto sería un salto cualitativo en cuanto a la innovación en el ámbito de la búsqueda, estancada desde que Google tiene su monopolio, pero un cambio de cromos en cuanto a concentración de poder, que pasaría de Google a OpenAI. En otras palabras, el estancamiento de la innovación pasaría de los buscadores a los LLM. Hasta que le aplicaran la ley antimonopolio a OpenAI y vuelta a empezar. El círculo virtuoso innovación-monopolio-regulación-innovación y pase por la casilla de salida.

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