Vestidos de negro, por el luto oficial, y con “respetuosa contención“, los Reyes han presidido este mediodía el tradicional almuerzo con representantes del mundo de las letras que cada año se celebra con motivo de la entrega del Premio Cervantes. El Rey ha aprovechado el encuentro para honrar la memoria del Papa y de Mario Vargas Llosa, ”dos grandes, dos referentes de nuestro tiempo que compartían lengua materna y admiración por Borges“, ha remarcado.
El almuerzo, al que no ha asistido el premiado de este año, Álvaro Pombo, por encontrarse indispuesto, ha reunido a escritores, editores y personalidades del mundo cultural. Los Reyes, que antes de acudir al Palacio Real han estado en la Nunciatura para firmar en el libro de condolencias, vestían de negro.

Los Reyes Felipe y Letizia antes del almuerzo presidido por Sus Majestades con motivo de la concesión del Premio Cervantes 2024
El Rey ha comenzado sus palabras afirmando que “a pesar de la tristeza, dejar de reunirnos con vosotros, esta amplia representación de nuestro mundo literario, editorial y académico, y hacerlo, como cada año, en torno a nuestra lengua, la patria común de tantos millones de personas en el mundo“, para seguidamente recordar ”dos grandes“”.
Del Papa, ”cuya desaparición nos ha consternado“, el Rey ha destacado ”su coherencia vital e intelectual, su compromiso con los más pobres, su denuncia de las desigualdades, su aspiración constante a un mundo más justo y mejor... En fin, su bonhomía y sentido del humor”. Afirmado que la figura del papa Francisco “trasciende el ámbito de la Iglesia Católica para convertirse en un enorme faro ético de nuestro mundo, de nuestro tiempo.”

Los Reyes reciben al director del Instituto Cervantes, Luis García Montero (d) a su llegada al almuerzo en el Palacio Real.
En cuanto a Vargas Llosa, que recibió el Premio Cervantes en 1994, el Rey ha asegurado que queda “su voz, su obra inmensa” y su pasión por contar historias. “Nos ha dejado el hombre, el hispano-peruano universal, el ciudadano del mundo, el pensador valiente y comprometido; y nos quedan su voz, su obra inmensa, su amor por su lengua y por su oficio, su inagotable pasión por escribir, por descubrir y por contar historias”.
En ausencia del premio Cervantes de este año, el Rey ha confiado en que Álvaro Pombo Pombo, de 85 años y delicado de salud, pueda acudir mañana a la ceremonia de entrega del galardón que se celebra en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, y se ha referido a él diciendo: “Querido Álvaro: con este premio no solo te damos las gracias por lo mucho que aprendemos y disfrutamos con tu literatura, sino que reconocemos –y nos reconocemos- en una voz y en una mirada singular”.
Ya entrando en materia, el Rey, resaltando que “en un mundo marcado por la incertidumbre y por la inmediatez”, el lenguaje debe servir “para decir alto y claro: no es verdad; no es verdad que todo valga, no es verdad que todo sea relativo; no es verdad que mérito y dedicación equivalgan a suerte y oportunismo, ni que el rigor y el conocimiento estén pasados de moda”. Alertando, al mismo tiempo, del papel que la lengua española puede desempeñar para evitar la sensación de que “ todo parece diluirse, de manera trepidante y desmemoriada, en una suerte de indiferencia fatalista”,

Los Reyes saludan a la historiadora Carmen Iglesias (d) antes del almuerzo este martes en el Palacio Real.
Al almuerzo han asistido el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; y el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, junto con una amplia representación de la Academia. Además de escritores anteriormente premiados con el Cervantes como Sergio Ramírez y Luis Mateo Díez y autores como David Uclés, María Dueñas, Soledad Puértolas, Juan José Soto Ivars, Ray Loriga, María Oruña, Clara Sánchez, Rosa Montero, Gioconda Belli, José María Merino, Elizabeth Benavent, Santiago Díaz y representantes de Planeta y otras editoriales, entre otros.