No hay periódico en Catalunya ni emisora de radio o cadena de televisión que no haya recibido cada año durante al menos los últimos diez denuncias de madres o padres que aseguraban haber sufrido decisiones arbitrarias de la dirección general d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA).
Sus críticas rara vez salían a la luz porque era su palabra contra la de la institución, que amparaba su silencio muchas veces en la confidencialidad de su trabajo y en la intimidad de los menores.
Ahora, a raíz de la polémica que envuelve a la entidad, muchas de esas familias tienen una sensación de déjà vu, de “ya lo habíamos advertido”. Una cincuentena de madres “rotas por la DGAIA” se ha reunido hoy en Barcelona para presentar un frente común y exigir que los cambios prometidos en la tutela de menores sean una realidad.