La reunión “sorpresa” que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, mantuvo el pasado jueves con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, en donde el Gobierno reafirmó su apoyo a la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, ha enfurecido a Sumar quien ha denunciado que el PSOE “se ha salido del consenso” explícito de apoyar la autodeterminación del pueblo saharaui al tiempo que ha tildado de “desleal” que su socio de Gobierno no informara de la citada reunión en la agenda oficial del titular de Exteriores.
“Creemos firmemente en el derecho del pueblo saharaui a decidir su destino” (...) “Sumar es una fuerza internacionalista firme defensora de la carta de Naciones Unidas. Para nosotras, el derecho internacional, los derechos humanos son una línea roja” (...) “”Y en este sentido, es el PSOE quien está incumpliendo con este giro los compromisos del gobierno progresista en su investidura. Porque la única postura válida en este asunto es el derecho de autodeterminación”, ha señalado de manera contundente Lara Hernández.
La cocoordinadora general de Sumar no ha dudado en desmarcarse de su socio de Ejecutivo insistiendo en que “la posición del PSOE no es la del gobierno de coalición”. Y ha apuntado que el espacio plurinacional ejercerá presión al ala socialista del Ejecutivo en el Congreso, al apuntar que será el grupo parlamentario plurinacional el que acuerde una respuesta en forma de iniciativas parlamentaria a la cumbre entre Albares y su homólogo marroquí.
Sumar lleva desde el jueves evidenciando su malestar con la gestión que el PSOE está realizando con respecto del Sáhara y que, entienden, profundiza en el “declive de la socialdemocracia liberal”. Tal y como expresó la diputada de Más Madrid Tesh Sidi, que el PSOE se pliegue ante Marruecos no es “solo” un acto de “hipocresía” o “realpolitik”, es una muestra de la “falta de valentía” del socio mayoritario del Gobierno a la hora de “defender los derechos humanos de forma coherente y global”.
IU y Podemos también lamentan el giro del PSOE
La secretaria de Organización de IU, Eva García Sempere, también ha expresado la “firme repulsa” y “rechazo” a la postura del ministro de Exteriores con su apoyo a la propuesta “ilegítima” de plan de autonomía para el Sáhara Occidental, planteado por Rabat y que solo responde a los intereses “expansionistas” de Marruecos.
“Marruecos no tiene legitimidad jurídica, política ni siquiera moral para plantear su plan expansionista basado en la violación sintomática de Derechos Humanos y en el expolio a los recursos del pueblo saharaui”, ha apostillado Sempere.
Por su parte, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández, ha reiterado su crítica a la posición del PSOE respecto al Sáhara y ha expresado el apoyo de su formación al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. “El pueblo español tiene una deuda con el pueblo saharaui y España y este Gobierno deberían trabajar en ese referéndum de autodeterminación”, ha asegurado.
Los máximos representantes de la diplomacia española y marroquí exhibieron el pasado Jueves Santo plena sintonía en una declaración conjunta en la que coincidieron en destacar que las relaciones entre ambos países atraviesan su “mejor momento histórico”.
La cumbre bilateral, que fue anunciada por sorpresa ya que no figuraba en sus respectivas agendas públicas, vino precedida de dos visitas clave de Marruecos a Estados Unidos y Francia en las que se reafirmó el respaldo de ambos países a la postura marroquí con respecto al Sáhara.
El Gobierno español no ha dado ese paso, pero sí que ha recalcado que la posición de España sobre el Sáhara Occidental es la que está reflejó el 7 de abril de 2022, donde se reconocen los esfuerzos “serios y creíbles” de Marruecos en el marco de las Naciones Unidas para encontrar una solución “mutuamente aceptable”.
El ministro Albares, de hecho, ha asegurado que la iniciativa marroquí presentada en 2007 constituye “la base más seria, realista y creíble” para resolver este “diferendo”. Son las mismas palabras que la carta, revelada por Marruecos, en la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconocía que el plan de autonomía marroquí era la “base más seria, creíble y realista” para solucionar el conflicto.