Donald Trump ya transmitió en sus primeros contactos diplomáticos con el Gobierno de Pedro Sánchez que España debería comprar más gas natural licuado y más armas. Sobre esta premisa es imprescindible enmarcar la cumbre de la OTAN que se está celebrando en La Haya: la Casa Blanca piensa que el Gobierno español gasta poco en compras a Estados Unidos y Trump no lo oculta. “España es un problema”, proclama.

Trump y Sánchez, en una reunión del G-20 en Japón en el 2019
La cumbre de la Alianza ha estado precedida de la declaración que ofreció Pedro Sánchez el pasado domingo en la Moncloa anunciado que España no va a estar obligada a elevar el gasto en defensa al 5% del PIB. Fueron unas imágenes virales en las redes sociales. El presidente anunció que España va a subir el gasto militar al 2,1% del PIB (una décima del PIB son unos 1.600 millones, por lo que el listó se eleva a 33.600 millones al año), pero no al 5% (80.000 millones). La diferencia es notable. X ardió durante esas horas con diferentes interpretaciones de la carta firmada por Rutte, con un momento culmen: el post de Sánchez instando a que alguien traduzca la misiva a Alberto Núñez Feijóo.
Toma, Alberto.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 22, 2025
Que alguien te la traduzca. A ver si eso aclara tus dudas. pic.twitter.com/Dg5D9nrl2t
La declaración de Sánchez tuvo un impacto inmediato entre los aliados. La polémica escaló horas más tarde cuando Rutte dijo que él creía que España iba a tener que llegar al 3,5% de gasto en defensa. Rutte, aunque Sánchez le califique como “amigo”, es un dirigente que ya ha protagonizado alguna polémica con España. Cuando era primer ministro de los Países Bajos se cruzó con un camionero que le espetó: “Por favor, no le dé ese dinero a los italianos y a los españoles”. “No, no, no”, respondió.
Horas más tarde, el Financial Times hablaba de que un torpedo llamado Pedro Sánchez había impactado en La Haya. “La decisión de España de no cumplir con el compromiso de la OTAN de que sus miembros dediquen el 5% de su PIB en defensa ha hecho estallar los esfuerzos para mostrar unidad antes de una cumbre de líderes que tiene como objetivo aplacar al presidente estadounidenses Donald Trump”, recogía el prestigioso rotativo británico.
El PP cree que Sánchez es un “trilero” y, en un nuevo alarde hiperbólico, Feijóo ha afirmado que el presidente del Gobierno no debería representar a España en la cumbre de la OTAN. El PP se mueve en un terreno pantanoso en el que puede resbalar, como ya hizo cuando calificó a la excepción del gas como “timo ibérico”.
Sánchez no debería representar hoy a España ante la OTAN. pic.twitter.com/uMUxdCxDBo
— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) June 24, 2025
Sánchez consiguió salvar el domingo un setball importante. En la carta de Rutte hay un término clave: flexibilidad. Si los aliados hubieran exigido a España aumentar ya al 5% el gasto en defensa, el Gobierno tendría hoy un serio problema. Quizá la coalición con Sumar saltaría por los aires, total o parcialmente, y hoy se habría subido un escalón en el ya de por sí complicado panorama política nacional. No fue así y Sánchez logró aire.
La pregunta que surge es: ¿puede España alcanzar un gasto de un 5% del PIB en Defensa? Incluso cumplir con la cifra que Rutte estima, 3,5%, elevaría la inversión militar a 56.000 millones. Parece complicado. Los presupuestos son finitos. Las familias no pueden estirar sin límites sus gastos. Lo mismo les ocurre a las empresas, que han de recurrir a la deuda, con precaución. Y también les sucede a los países. Si España dedica una parte importante de su gasto público a las pensiones, la sanidad, la educación, la atención a los dependientes… invertir en armamento hasta 80.000 millones cada año se presenta como una labor hercúlea. El reto escala si a esa coctelera del gasto se le añade la urgencia, cada día más acuciante, de elevar la inversión pública en el que ya es el gran problema social que amenaza con frustrar el presente y futuro de una generación, la vivienda. “Un 5% real de gasto en defensa se lleva a Europa por delante”, destacaba el periodista Esteban Hernández.
Hay que subrayarlo una y otra vez: un 5% real de gasto en defensa se lleva a Europa por delante. Por supuesto, dañaría sustancialmente a la economía española, pero también a muchas otras.
— Esteban Hernández (@HdezEsteban) June 24, 2025
No es solo la presión de Trump y de EEUU, es la voluntad absurda de los países del norte…
La discusión sobre el gasto militar español se produce además en momento expansivo de la economía nacional. Pero ¿y cuando el ciclo se invierta? ¿Tendrá Europa músculo económico para ello? Estas preguntas tendrán algún día que responderse porque ese momento llegará.
En la industria de defensa tampoco lo ven factible. El consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, reconocía hace unas semanas que hace falta tiempo para que la industria española de Defensa mejore sus procesos y cadena de suministros. Sin esa mejora el gasto no se podrá canalizar ni optimizar, reconocía. En otras palabras, las empresas españolas no pueden asumir en este momento un gasto en defensa del 5% del PIB. Por tanto, la única solución pasaría por comprar material producido en otros países. Quizá ese es el auténtico propósito de Trump. Ayer, el propio Trump publicó un SMS que le habría enviado Rutte en el que afirmaba que “Europa va a pagar a lo grande y será tu victoria”.
Antes de la cumbre de la OTAN, Trump publica lo que parece un efusivo mensaje firmado por Rutte felicitándole por su “acción decisiva” en Irán.
— Dori Toribio (@DoriToribio) June 24, 2025
Sobre el gasto en defensa, la captura dice que “no ha sido fácil pero hemos logrado que todos firmen el 5 %” https://t.co/EE3VAogNp3 pic.twitter.com/CgYTVCHLHG
España, por cierto, tiene pendiente tomar una decisión sobre qué avión sustituirá a los obsoletos Harrier de la Armada. Una opción es compra los F-35 estadounidenses, producidos por la mayor empresa militar del mundo, Lockheed Martin. Un directivo de la firma intentaba presionar hace unas semanas en Madrid para que esa compra se desbloqueara.
El foco del gasto en defensa hay que ponerlo ahora en las capacidades militares que España puede aportar a la OTAN. No son pocas. Tropas en el extranjero, cazas, fragatas, el nuevo submarino S-80… y Rota y Morón. Las bases estadounidenses en España son un enclave estratégico para el Pentágono, como remarca Enric Juliana.
Sánchez ha sabido jugar sus cartas y eso le distingue de otros líderes. Quizá por ello sea de los pocos que han sobrevivido al cambio de ciclo en medio mundo. Entre la foto de la cumbre de la OTAN en Madrid de 2022 y la de la Haya hay grandes diferencias. En este tiempo han caído Biden, Scholz, Draghi, Johnson o Costa, entre otros. Pero el tsunami no puede con Sánchez, de momento, y este es un factor que tener también en cuenta en clave nacional: el protagonista de ‘Manual de Resistencia’ está dispuesto a llegar hasta el 2027. Y después, ya veremos.