El pleno de ayer en el Congreso de los Diputados, donde intervino el presidente del Gobierno en torno a la nueva estrategia de defensa, tuvo como es habitual sus momentos de alboroto entre sus señorías. De hecho, el vicepresidente de la Cámara llegó incluso a apelar a la autoridad del líder del grupo popular, Alberto Núñez Feijóo, para que embridara a sus huestes, pero ni con esas logró calmar el barullo, en especial en la sesión de control. En uno de estos episodios, el ahora diputado del PP, Rafael Hernando –que ya era conocido por sus comentarios a voz en grito en el Senado–, preguntó al presidente del Gobierno justo cuando estaba en uso de la palabra en la tribuna, “¿cómo está su mujer?”. Pedro Sánchez, interrumpiendo su discurso, le respondió que ella “está muy bien”. Y siguió: “¿Qué tal está la suya? ¿Bien? Perfecto. Pues así estamos”. En todo el mundillo político de Madrid es conocido que Hernando lleva un tiempo separado. Su exesposa encontró otro compañero no ajeno al agitado mundo político y mediático de la capital.
¿La señora? Bien, gracias
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