Nerea Sarrión, pediatra: ”¿Tu hijo se ha dado un golpe? Lo importante es saber cuándo vigilar en casa y cuándo acudir al médico”

Cuidados

Aunque los traumatismos en la infancia son muy frecuentes, la mayoría no genera complicaciones graves y solo precisa medidas sencillas

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Nerea Sarrión

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Un bebé menor de seis meses con una herida abierta en la cabeza necesita atención médica inmediata. También un niño mayor, si el golpe ha sido fuerte o si aparece cualquier signo fuera de lo habitual. No importa el cómo ni el cuándo: en esos casos, lo fundamental es actuar sin perder tiempo.

Aunque los traumatismos leves son muy frecuentes en la infancia, no todos siguen el mismo curso. En la mayoría de las ocasiones, los golpes en la cabeza no provocan consecuencias importantes y no requieren pruebas ni intervención médica, como explicó la pediatra Nerea Sarrión en su perfil de Instagram. Según aclaró, “la mayoría son leves, pero algunos requieren atención médica”.

La vigilancia es suficiente

Saber cuándo ir al médico evita alarmas innecesarias

Lo que sí es bastante común es que los peques tengan molestias locales tras el impacto. Pueden aparecer dolor en la zona, con o sin bulto, algo de somnolencia e incluso vómito aislado. En esos casos, lo recomendable es aplicar frío local, administrar un analgésico si hay dolor y permitir que duerman si tienen sueño. Eso sí, es aconsejable despertarlos cada 3 o 4 horas para comprobar que responden con normalidad.

Durante las 24 horas siguientes, se debe mantener al niño en un ambiente tranquilo y bajo supervisión. Esa vigilancia domiciliaria permite detectar cualquier variación que pueda requerir una nueva evaluación. Como recordó Sarrión, “lo importante es saber cuándo vigilar en casa y cuándo acudir al médico”.

Ahora bien, hay una serie de síntomas que requieren consulta médica sin demora. Entre ellos se incluyen convulsiones, pérdida de conocimiento, alteraciones del habla o del equilibrio, vómitos repetidos, comportamiento anómalo, pupilas de distinto tamaño, somnolencia excesiva, salida de líquido o sangre por los oídos o nariz, y hematomas alrededor de los ojos o las orejas.

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También se recomienda visitar al pediatra si el golpe ha sido de mucha intensidad o si se trata de un bebé muy pequeño. Según la información compartida por Sarrión, “si el bebé es menor de 3-6 meses” o “siempre que aparezcan signos o síntomas de alarma”, hay que consultar.

En cuanto a los productos habituales que algunas familias utilizan, Sarrión dejó claro en Instagram que “no hay estudios de calidad que confirmen sus propiedades antiinflamatorias en los golpes en la cabeza”. Por eso, en caso de duda, lo mejor sigue siendo aplicar frío.

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