Ana Boyer está en un buen momento. A sus 36 años, la menor de las hijas de Isabel Preysler acaba de celebrar el bautizo de Martín, el tercero de sus hijos con Fernando Verdasco que nació el pasado abril de 2024. Una fecha señalada para la familia, que ha podido reunirse tras un tiempo separados por la distancia que supone que ella y su marido estén instalados en Doha, en Catar.
El caso es que, de un tiempo a esta parte, la hermana de Tamara Falcó visita nuestro país con mayor frecuencia. No solo para poder estar cerca de los suyos en momentos importantes –como el parto del niño, que tuvo lugar en la Clínica Ruber de Madrid–, sino también por motivos profesionales. Valgan como ejemplo sus recientes apariciones en espacios como Mask Singer: Adivina quién canta, o su participación en Bake Off: Famosos al horno, donde además de demostrar un gran talento para la repostería, desveló a los televidentes algunos datos menos conocidos sobre su faceta privada.
Durante una escapada familiar
Ana se abrió sobre el viaje de sus sueños, que terminó con ella en el hospital
Radiotelevisión Española sorprendió a la audiencia en el momento en el que reveló que Ana iba a ser una de las participantes de la segunda temporada del concurso de pasteles con famosos. Por primera vez, la también hija de Miguel Boyer se atrevía a convertirse en concursante, como hizo su hermana Tamara en MasterChef Celebrity, mostrando su parte más humana e incluso exponiendo algunas anécdotas personales.
Para muestra, el relato de la dura situación a la que tuvo que enfrentarse hace más de dos décadas durante un viaje. Fue durante la presentación de una de las pruebas, en la que debían preparar un postre que evocase algún viaje, cuando Boyer se abrió por completo sobre uno de sus favoritos cuando Paula Vázquez le preguntaba al respecto. Y eso que la travesía terminó siendo más bien accidentada.

Ana Boyer en 'Bake Off: Famosos al horno'.
“Me ha gustado mucho viajar a Australia, y estuve con mis padres en la Polinesia francesa”, refirió. En el caso del segundo viaje, una experiencia que vivió en el año 2004, y que nunca podrá olvidar. No solo por lo maravilloso de descubrir enclaves tan alejados –y radicalmente distintos– a lo que estaba acostumbrada en su día a día, sino también por la dolencia que la hizo terminar postrada en la cama de un hospital.
Todo salió bien
Una apendicitis le costó ser intervenida de urgencia en Tahití
“En el último día tuve apendicitis, entonces se me estropeó un poco el viaje, pero fue de mis viajes favoritos”, se explicó sobre este inesperado revés que la tomó totalmente desprevenida y en la otra punta del mundo. Algo sobre lo que, de hecho, ya se había hablado en la época por más desconocido que pudiera resultar para muchos de los seguidores del programa de cocina.
Tanto que por entonces ya se recogieron informaciones sobre el devenir de los acontecimientos que puso a la empresaria contra las cuerdas, en una emergencia que la llevó a ser trasladada desde la isla Bora-Bora hasta Papeete, la capital de Tahití, en helicóptero. Allí fue intervenida de urgencia, en una operación exitosa que le permitió recuperarse relativamente rápido para poder regresar a su Madrid natal tan pronto como fue posible.