Hoy, el mundo nos dejó imágenes que hablan por sí solas, llenas de emociones, contrastes y humanidad.
En el corazón de Nairobi, Kenia, una escena de valentía y compasión se destacó entre el caos. Manifestantes, que poco antes habían estado enfrentados con la policía, decidieron proteger a una agente herida. La escoltaron con cuidado hasta un lugar seguro, demostrando que incluso en medio del conflicto, la empatía puede abrirse paso.
Mientras tanto, en Bruselas, los líderes del mundo se reunieron para la Cumbre de la OTAN. En una imagen cargada de simbolismo político, el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, conversaba con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mientras los jefes de Estado posaban para la foto oficial. Una instantánea que refleja el delicado equilibrio de poder y diplomacia en tiempos inciertos.
En Rehovot, Israel, el dolor se hizo presente en un funeral militar. Tropas israelíes portaban el féretro del soldado Ronel Ben-Moshe, fallecido en la Franja de Gaza. El silencio y el respeto marcaron el momento, recordando el alto precio de los conflictos armados.
En Colombia, la tierra también habló con fuerza. En Bello, Antioquia, rescatistas trabajaban sin descanso tras un deslizamiento de tierra. Entre el lodo y los escombros, recuperaron el cuerpo de una de las víctimas. Una imagen que muestra tanto la tragedia como la entrega de quienes arriesgan su vida por salvar a otros.
Y en Mumbai, India, la naturaleza volvió a recordarnos su poder. Un hombre observaba, impotente, cómo las olas golpeaban su casa en la costa del Mar Arábigo. La marea alta, cada vez más frecuente, amenaza con borrar los hogares de quienes viven junto al mar.