La Generalitat consiguió el año pasado superávit corriente por primera vez desde el 2007, ya que los ingresos superaron a los gastos sin tener en cuenta las inversiones, los pagos extraordinarios o el abono de la deuda. Ese superávit corriente fue de 338 millones de euros.
No obstante, ese superávit corriente se acaba transformado en déficit una vez se tienen en cuenta las citadas inversiones realizadas, los gastos extraordinarios o el pago de los intereses de la deuda. El desfase presupuestario fue de 1.227 millones (equivalente al 0,41% del PIB).
Las cifras de liquidación del presupuesto presentadas este viernes por la consellera de Economia, Alícia Romero, están muy influenciadas por la prórroga de las cuentas públicas de la Generalitat en el 2024, que provocó que los gastos estuvieran más contenidos, ya que sólo pueden incrementarse en determinadas partidas y siempre que el Parlament los autorice. Ese escenario de ausencia de presupuestos se dio en un año de fuerte incremento de los ingresos no financieros: del 14,6%, lo que significó 5.150 millones más. El aumento se explica porque la inflación disparó los ingresos del sistema de financiación.
En cuanto a los ingresos cedidos y propios, la liquidación de los presupuestos muestra que la recaudación por sucesiones y donaciones aumentó un 17,5%, mientras que la de patrimonio lo hizo en un 9,5%. Romero dijo que en ocasiones la mejora de los ingresos en esos tributos es por la labor inspectora, pero también por cuestiones de calendario, que hacen que un ejercicio tenga declaraciones más abultadas.
Los gastos aumentaron de forma global un 8,8%. Algunas partidas registraron fuertes incrementos, como la de remuneraciones del personal de la administración, que creció en unos 1.000 millones, un 9% más, detalló la consellera Romero. Añadió que ese aumento de la factura de las nóminas del personal vinculado a la administración se produce después del proceso de estabilización de plantillas que se llevó a cabo el año pasado. También se incluyen los aumentos de personal en Mossos, educación y sanidad.
Precisamente el departamento de Salut es uno de los que registró un mayor aumento del gasto el año pasado: un 10,9%, hasta los 15.909.5 millones. Romero detalló que en esas cifras se incluyen 2.600 millones correspondientes a gasto desplazado de otros años. La consellera espera que en unos años se puede reducir ese gasto, que se arrastra de años anteriores.
El gasto en sanidad crece un 10,9% mientras que en educación solo aumenta un 4,4%
En cambio, en educación el crecimiento del gasto fue menos de la mitad. El año pasado aumentó en un 4,4%, hasta los 7.722,9 millones.
En las cuentas se incluyen también pagos extraordinarios como los 368,4 millones de euros correspondientes al contencioso de ATLL, que se arrastra desde hace años y que se cerró la semana pasada con un acuerdo entre las partes, según consta en el informe mensual de ejecución correspondiente a diciembre.
Sobre la deuda, al haber déficit esta siguió aumentando hasta los 89.035 millones. Tras la condonación parcial de la deuda del FLA de unos 17.000 millones, el Govern espera volver a los mercados a captar dinero.