José Elías, multimillonario: “Yo soy una especie de capitalista-comunista; no todo el mundo quiere ascender en la escala social, pero hay que darle valor a quien quiere ser excelente”

José Elías, uno de los empresarios más conocidos del panorama económico español, vuelve a ser noticia por sus reflexiones sin filtro. En una reciente entrevista en el podcast Búscate la vida, el multimillonario catalán ha compartido su visión sobre cómo equilibrar el esfuerzo, la igualdad de oportunidades y la meritocracia, aplicándolo, en esta ocasión, al ámbito educativo como metáfora social.

“Soy una especie de capitalista-comunista, ¿eh?”, confesaba Elías, dejando claro que no se alinea con los extremos. Para él, un sistema justo debe ser capaz de ofrecer un mínimo común para quienes simplemente cumplen, pero también debe saber premiar de forma contundente a quien busca la excelencia.

¿Cincos para todos o libertad para destacar?

Utilizando el ejemplo de las calificaciones escolares, Elías lanza una crítica al conformismo: “Si vienes a clase, te vas a llevar un 5. Si tienes un 10, genial. Vas a vivir de puta madre, chaval. Pero tiene que haber mucha diferencia entre el 5 y el 10, porque si no lo único que haces es penalizar al tío que quiere el 10”.

Para el empresario, el problema de algunos modelos educativos o sociales radica en que premian por igual al que cumple lo mínimo que al que se esfuerza al máximo, lo que genera, en sus palabras, “mediocridad”. “Si tú solamente pones cincos por venir a clase, el tío que se lo va a currar no se lo va a currar. Entonces generas mediocridad”, sentencia con firmeza.

Respetar todos los caminos, pero sin frenar al que quiere más. Elías no pretende forzar un único modelo de éxito, sino reconocer las distintas aspiraciones personales. Para él, es igual de válido quien elige una vida tranquila sin grandes ambiciones, como quien decide apostar por la excelencia:

“Yo creo que no todo el mundo quiere ascender en la escala social o como tú quieras llamarlo, pero tienes que respetar tanto al que quiere sobrevivir tocándose las pelotas a dos manos —que me parece muy bien— como al que quiere ser excelente”.

Y es precisamente ahí donde lanza su mensaje más contundente: “La evolución de la sociedad pasa porque haya gente excelente, tío”.

Una visión pragmática y provocadora. En tiempos en los que el debate sobre la meritocracia, la igualdad de oportunidades y el valor del esfuerzo está más vivo que nunca, las palabras de Elías reabren una conversación que, para muchos, sigue sin tener una respuesta clara.