La muerte es uno de los grandes tabúes de nuestra sociedad. Pese a ser una certeza inevitable, seguimos esquivando su conversación como si nombrarla la acercara. En un episodio reciente del podcast Roca Project, el doctor Manuel Sans Segarra, experto en medicina interna y divulgador, abordó con serenidad y profundidad una de las preguntas más humanas: ¿por qué tenemos tanto miedo a morir?
Lejos de una respuesta simplista, Sans Segarra desglosa el miedo a la muerte en cuatro causas fundamentales, que tienen más que ver con la experiencia humana, el ego y el sentido de la vida que con la muerte en sí.
1. El paso de la vida a la muerte suele ser molesto y doloroso
La primera razón es física y emocional. Según Sans Segarra, el tránsito hacia la muerte no suele ser plácido, sino que a menudo viene acompañado de dolor, deterioro físico, sufrimiento emocional y una profunda soledad. Esto convierte el momento final en algo que, más que temerse, se rechaza de forma instintiva.
“Suele ser molesto, doloroso, desagradable y de gran soledad”, afirma el doctor.

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2. Miedo a lo desconocido: el mayor temor del ego
El segundo motivo que explica el miedo a morir es el miedo a lo que no conocemos. Y es que la muerte representa un territorio desconocido para el ser humano, algo que nuestro ego —centrado en el control y en la identidad— no puede soportar. “No hay nada que aterre más al ego que lo desconocido”, reflexiona el experto.
Este miedo no solo es espiritual o filosófico, sino también profundamente psicológico: al no poder anticipar qué hay después, el cerebro humano reacciona con angustia.
3. La pérdida total: nos vamos sin nada
La tercera razón tiene que ver con el desapego radical que implica la muerte. Según Sans Segarra, morir nos obliga a dejar atrás todo aquello por lo que hemos luchado: familia, afectos, reconocimiento, poder, riqueza o éxito. ”Venimos sin nada y nos vamos sin nada”, recuerda.
En una sociedad obsesionada con acumular y con el rendimiento, el momento de la muerte se presenta como el fin abrupto de todo, lo que genera una sensación de vacío que, para muchos, es insoportable.

El Doctor Manuel Sans Segarra
4. El instinto de supervivencia es más fuerte de lo que creemos
Por último, el miedo a morir tiene una explicación evolutiva: el ser humano tiene un poderoso instinto de conservación. Este instinto, que nos empuja a vivir, también nos fija a la vida con fuerza, lo que explica por qué a veces el simple hecho de imaginar la muerte ya nos resulta amenazante.
El problema de buscar sentido solo en lo material. En su intervención, el doctor también lanza una reflexión más profunda: cuando el sentido de la vida se basa únicamente en lo material o en el ego, la muerte aparece como una amenaza devastadora, ya que lo destruye todo.
“Si usted fundamenta la vida en el materialismo del ego, verá que es un auténtico pánico. Es decir, la vida no tiene sentido”, sentencia Sans Segarra.