Está en casi todas las cocinas. Es protagonista de desayunos apurados, meriendas escolares y cenas improvisadas. El pan de molde se ha consolidado como un alimento básico en millones de hogares. Pero, como ocurre con muchos productos ultraprocesados, su popularidad contrasta con el debate que genera en el terreno nutricional.
El cardiólogo Aurelio Rojas, una de sus intervenciones más recientes en El Pulso con el Doctor Rojas, ha hablado sobre los componentes del pan de molde, en especial de los aceites vegetales que contiene.

Pan de molde integral
Composición. El doctor Rojas empieza hablando del peligro de su consumo: “Es un pan de mala calidad, envasado y que sabemos que lleva aceites de girasol que no son alto oleico, que sabemos que son muy proinflamatorios y que el cuerpo no los puede elimina”, comenta. Este tipo de grasas se acumulan en el cuerpo porque nuestro organismo no tiene enzimas para degradarlos: “Se quedan en tu cuerpo dando vueltas, en tus vasos sanguíneos”, advierte.
Peligro. El experto afirma que la acumulación progresiva de aceites industriales, presentes en los productos ultraprocesados, podría estar relacionada con procesos inflamatorios que afectal al sistema cardiovascular y metabólico.

Pan blanco de molde
La recomendación del experto
Consejo. Aurelio Rojas recomienda reducir el consumo habitual de este tipo de alimento: “No quiero decir que si te tomas un sándwich de pan malo pues te vaya a pasar. Pero imagínate si todos los días le das a tu hijo para el colegio un sándwich de pan de molde procesado que además lleva embutido, que casualmente lleva aditivos también como las nitrosaminas”, termina diciendo.
Reflexión. El desafío para el consumidor no está en demonizar el pan de molde, sino en saber elegir. Hoy en día, existen opciones con ingredientes más simples, sin azúcar ni aceites añadidos, elaboradas con harinas integrales o masa madre. La clave está en leer más allá del marketing y recuperar un criterio alimentario que no confunda lo cómodo con lo saludable.